Promiscuidad

Por Aleyda Escobar

Ese sueño de la lealtad sexual.

Desde ya hace un tiempo que las novelas se promueven como semillero de ideas de infidelidad y promiscuidad.

La protagonista debe probar y elegir.

Y en la vida real tienes que tener posibilidades, si no quieres pasar por alguien que no respeta su principio creador.

Antes habían cadenas, y aparatos para garantizar la fidelidad, hoy se presume la libertad, lo necesario es saber prever bien las enfermedades y el deseo de ir más allá.

Juguetes

Por Aleyda Escobar

Nunca nos cansamos de jugar.

La seriedad de la vida atañe a la responsabilidad que nos toca por haber acudido a este llamado.

No somos calma, somos jugadores, y tenemos nuestros juguetes bélicos, así es en el sexo, los consoladores, los adminículos que usamos para la fantasía.

Pero a quién de verdad queremos en serio, a aquel ser que nos somete y nos lleva al cielo sin necesidad de nave, o a aquél artilugio que nos proporciona igual placer y al cual no podemos hablar, ni criticar su proceder, ni siquiera esperar una apreciación del cariño, ni muestra del amor.

Todo es un juguete y nada lo es.     

A la carga

Por Aleyda Escobar

Pensar que son muchas las posibilidades y una sola la elección.

Cuántas células liberadas en una eyaculación, cuántas posibilidades y la vida tan difícil y la competencia tan injusta, tantas posibilidades en el misterio de la creación, en la formación, en los procesos, no hay lugar a duda, el sexo es una imposición, así como lo es la vida. 

El sexo es liberación, pero sigue el principio de para cada acción hay una reacción.

Y seguimos compitiendo en vida contra las bacterias y virus que nos puedan atacar, contra otros seres que nos quieren devorar y contra una cama en la que tenderemos otra vez la posibilidad de ser eternos a nuestro modo.