VEYTOR
El sexo viene siendo la causa de la enfermedad que es la vida.
Tengo los dos parpados inflamados, dos puños en el vientre me desajustaron dos costillas y uno más me partió el labio, mis patadas fueron bloqueadas me dueles las rodillas y creo se me ha quebrado una uña del pie o mejor un dedo del pie ¡dolor!, mi frente tiene una fea cortada por donde mana más agua que sangre, los nudillos de los dedos están en carne viva y si apenas puedo doblar cada dedo ¡más dolor!. En la boca jugueteo con la saliva que tiene un sabor metálico a sangre, escupo y con razón ¡sangre!, mis encías están destruidas, un diente fracturado y otro más a punto de caer. Como el monstruo que parezco Greta me deja pasar, esta quemando su incienso para sus santos, le ordeno apague esa humareda, ella porta una bata y esta desnuda, huele a flores, luego se me queda mirando y me sentencia -Ahora si las has fregado - Creo se refiere a mi aspecto, pero no, ella lo dice porque alguien más le ha contado de mi ateísmo. Otra mujer hubiese saltado a hacerme curaciones y preguntarme a dónde más me duele, pero Greta no, ella es excepcional, y esa frialdad pasmosa me gusta y es una fortaleza al hacer el amor, ella esta sería al hacerlo y solo ruge cuando acaba como una leona en celo y luego se despega de ti como un animal y no dice nada, esa actitud te vuelve a calentar adrede y vuelves a comenzar y a explotar. Cuando le conocí estuve a punto de pensar se trataba de un travestí, lograr en ella una sonrisa en una misión difícil. Pero hoy me sorprende con su desinterés por mi, se va a la cama como una gata, fantasea sola, se desnuda se mete los dedos a la vagina, se acaricia los senos y luego me mira. Lo único bueno y funcional en mi es mi pija ¡así que de esta no te salvas!; otra mujer en su lugar se preocuparía por lo feo que estoy o que le pueda manchar de sangre sus sabanas o que los golpes me hayan dejado estéril. Pero Greta es magnífica, dispone su entrega y para mi sorpresa el dolor me hace bien, me lesiono las vertebras y apenas mi corazón tiene el latido exacto para proyectar ante ella mi semilla. El sexo es muy diferente al amor, luego de acabar las heridas me son indiferentes, Greta duerme con la boca y las piernas abiertas, yo no dejo de pensar en que quizá alguna herida de las que tengo podría ser letal ¿estaré muriendo?, abrazo el cuerpo de Greta y ella como si abrazase un muerto me dice - tranquilo sos un óvulo y un mal polvo no más - Me duermo.
