Por Charlie
Esta vez la nena se ha puesto su faldita a cuadros y además se ha echado talco en las nalgas...
Huele a gloria, al subir las gradas logro descifrar su tanga negra atrapada entre dos formas esféricas ¡perfectas!
Ella voltea a ver adivinando mis facciones y mi calor, en la clase cruza las piernas y no deja de voltear a ver para descubrir de que un escozor terrible me carcome por dentro.
En el descanso le alcanzo y le digo - con esa facha ni siquiera has logrado una erección - Ella se ríe.
Pero la verdad es que estoy a punto de explotar, no hallo la hora de irme al baño y hacerme una paja en su honor.
La hallo luego en la cancha con su piernas estiradas e indefensa, si no fuese por la gente que hay por allí sería fácil acostarla y poseer su cuerpo de una vez.
Muy insolente me acerco y le digo que su estrategia no le funcionó, que sigo invicto y que por más que se esfuerce no me va a pervertir. Ella guiña un ojo y dice "ya veremos".
En la biblioteca leo un libro y ella se sienta en frente y abre sus piernas y se ve que se ha liberado de su tanga negra, me presenta su sexo libre y fresco, un olor a incienso surte ¡se cree una santa la muy descarada!
La bragueta me quiere saltar, finjo llevar sobre el sexo el libro y cuando vamos a clase desisto, la ubico y le tomo de la mano y vamos al baño de mujeres, ella cree va a estar buena la faena ¡se equivoca!, bajo a medias mi pantalón y el pene salta y de inmediato le apunta a la cara porque ella se ha arrodillado para excitar pero en cuestión de segundos se ve fusilada por el líquido traslúcido que le baña.
Tuvimos que recuperar el aliento para seguir.