Por XervanteX
Desde el fondo recibí un salvavidas, y salí a flote consternado por lo que son capaces de hacer los seres y no era por amor, era más bien una necesidad de robar, de extorsionar con los votos del amor, de engañar para obtener beneficio, de calmar una sed ingrata de dominar sobre otro con orgullo, con el carisma que dice que uno es menos que otro. Pero a la postre entendería el ciclo natural de las fuerzas alternas que hacen a cada quien pagar por sus culpas, quizá entender con el tiempo que el planeta es una esfera que tarde o temprano lo que hoy desprecias regresará en un giro.
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