Por XervanteX
César Vélez un día pensando era su última oportunidad en el mundo me entrego un mensaje dirigido a sus hijos, me doy el derecho de publicarla ante su desaparición y de recordar esto a sus hijos:
Mis nenes:
Sintiendo que ustedes son el símbolo de mi inmortalidad y el deseo que tengo de que lo que no alcance a hacer aquí, lo hagan ustedes y por sobre todas las cosas lo disfruten, les pido perdón por haberlos convocado a esta vida llena de sin sabores y angustias, de amargas experiencias. Pero confío en que todo saldrá bien, la vida nos sonreirá y sobreviviremos al amor. Les heredo mis pasiones y mis padecimientos, les digo que sean obedientes y traten de aprender lo mejor, que sean buenos, que aprendan a querer, porque puede que existan muchas personas convocadas a esta vida pero la gran mayoría no se quiere ni así misma ¿cómo se espera que puedan amar a los demás?. Insisto en que el presente es hoy y que el futuro no existe, aprendan a distinguir lo falso, lo artificial, lo engañoso. Les heredo mi pasión por la lectura y por el viajar, ambas acciones les permitirá abrir sus mentes y ver más allá, no estar entonces conformes con nada. Mi espíritu es con ustedes, ya nos toparemos en la eternidad. Los quiero mucho.
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