Por C. Vélez (Cuando era ateo)
María Auxiliadora esta en su atrio, lívida, triste, tierna, bella, los que estamos en malos pasos le venimos a pedir perdón por nuestras faltas y el favor de hacernos más justos de paso favorecer a nuestras familias y cuidar a nuestras novias de caer en temprana tentación, eso sí le agradecemos con todo el fervor posible la suerte que nos ha rodeado, cuando el disparo que suena no da en el blanco, cuando la novia que busca no cae en cuenta y cuando por la exitación fluye en el mágico liquído seminal por alla cerca del 1/3 no se produce ninguna concepción. Esos y alguno que otros bocado ó por lo menos la salud que no se nos alborota ó el día que se arregla, ó el billete que se nos atraviesa cuando más lo necesitábamos. Pero yo si odio que las mujeres vengan con su cinismo a adorarle ellas para eso tienen a miles de santos, las mujeres odian a la virgencita le tienen envidia de la buena primero que todo por quedar inmaculada en el acto sexual y en el mismo parto, segundo que todo por ser la madre de un hijo que si vale la pena, tercero ser una santa y cuarto querer a su hijo tanto a pesar de la desobediencia de este.
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