Por Aleyda Escobar
Con sus seudónimos, Charlie y Veytor en esta oportunidad nos trajeron una literatura diferente, difícil y esmerada, del tipo erótica y en un sentido u otro una notable forma de tratar el sexo como algo más que natural, amena, sin caer en el morbo y con el respeto por el paraíso que viene siendo el cuerpo humano, aquí tratamos de escarbar un poco de estos seres maravillosos:
* A su juicio la intención de quitarle el veto al sexo se logró o de todas maneras siempre hay algo cubierto cuando se habla respecto al sexo?
CHARLIE._ Vivimos en un país conservador, violento, arraigado a su silencio, no es sencillo con literatura esperar a destapar algo es necesario algo más potente.
VEYTOR: El sexo no es novedad, se erige por doquier, pero sigue con su dosis de clandestinidad e irresponsabilidad, no creo podamos solucionar nada.
* Violaron alguna intimidad o al contrario se destaparon ustedes al relatar como fue su primera vez en el sexo e inclusive contar que tuvieron que pagar para tener sexo y hoy pagan para comprar amor?
CHARLIE._ Es paradójico pero a la gente le gusta el morbo y el sufrimiento, es triste que un chico deba recurrir a pagar para tener su primera vez, así esta la selva y la cadena alimenticia del amor, las presas por no decir las mujeres cada vez nos complican más la existencia.
VEYTOR: El amor de hoy es más condicionado, es más interesado incluso, yo digo que el sexo pagado persiste porque hay demanda sino se hubiera acabado hace mucho tiempo, comprar un momento de amor es tan válido y versan sentimientos serios, y no el engaño a que puede estar uno expuesto en una relación de años y años.
* Pero en la secuencia tuvieron que bajar de todo su contenido más por respeto que por sentir que era moralmente incorrecto?
CHARLIE._ De mi parte soy amigo del relato crudo y vivo y deserté de camuflar el sentido y es que hoy todo el mundo esta familiarizado con los términos sexuales, cuando digo por ejemplo el misionero, lo asocian es con la pose sexual y no con el monje, el respeto se lo gana cada quien y tampoco me sentí mal al decir que unas mujeres son bandidas al extremo de parecer putas.
VEYTOR: Intentamos no discriminar, sacamos nuestras cartas y giramos el péndulo, contamos nuestras aventuras y desventuras, anhelos y pasiones, evitamos siempre crear falsas esperanzas, por respeto frenamos las acusaciones y dimos oportunidad a otros autores que aguardaban.
* La creación de una clase de relato erótico es complicada en la manera que deben procurar admitir términos y palabras de calibre y diálogos que designen la escena ¿Hay también excitación al crear este tipo de textos o ya son inmunes a esta clase de sensaciones?
CHARLIE._ No somos tan viejos para aún tener una erección o bien acariciando un cuerpo desnudo o bien escribiendo poesía o un relato erótico, claro que hay instantes de desazón y uno pierde la cabeza y la erección, no me lo creas pero duele que no haya la relación perfecta o el orgasmo sin queja.
VEYTOR. Bien podría decir que mi alma es de piedra, pero la verdad estos relatos lo envuelven a uno y si no hay una mujer a lado de uno para hacer el amor provoca masturbarse y volver a escribir con la desilusión a flor de piel, también es la nostalgia de las épocas doradas cuando el amor aún era un sentimiento exento de culpa y traición.
* Ustedes dos pudieron seguir con la fenomenal forma de relato, pero dieron cabida a más autores esto fue improvisado o según supe luego tuvieron de verdad inconvenientes porque sus textos se salían de línea y más bien se apegaban a relatos pornográficos con manifiesta intensión de ofensa ¿Qué opinan al respecto?
CHARLIE._ Me importa poco el criterio con el que se midan los escritos, el sexo es un tema privado si es de pareja, pero acá nunca tuvimos una relación estable pero si confluyeron sentimientos, promesas, rencores y mentiras y hasta brujería, y no comprendí cuando nuestro estilo fue debatido y relevado por una escritura pasional como novela de amor y me ofendió la carga de mentira que hay tanto al hablar de un beso como esa artificial palabra de hacer el amor, hoy ya nadie hace el amor, hoy se tiene sexo, el amor ya murió, y no es desquite es la realidad.
VEYTOR: No lo vimos como un sabotaje sino como que deseaban otra cosa, cuando presentamos la idea de los contenidos del Blog fue aprobada con unanimidad, pero luego nos dicen "o cambian o no siguen" ¡vaya! esto es como en el amor que tu amada te dice "la relación continua con estas y estas cláusulas" Y a uno le toca ser como el perrito faldero seguir la mejor falda.
* O sea sus textos quedaron aparcados, congelados y ahora conoceremos de ellos en algún nuevo proyecto?
CHARLIE._ Hay tanto que contar, a veces me gusta recordar las palabras del Emperador César Vélez amigo nuestro que con los ojos inyectados de sangre nos decía "si te contará todo lo que sé te suicidarías" yo suelo sonreír con esa idea, solo la muerte detendrá nuestras letras y estamos trabajando para llevarlas hasta donde sea posible.
VEYTOR. Nuestra literatura es virgen, hay tantas cosas que decir, tanto para confeccionar, no solo anduvimos por los moteles y antros de mala muerte, no solo conocimos a las mujeres más bonitas, más entregadas, a un tiempo parecíamos Ginecólogos comentando tanto asunto sobre ello o aquello, el sexo no aburre si se lo habla o hace con la persona adecuada, y repito algo que decía ya hace algún tiempo, por el sexo vivimos pero también morimos.
* Qué sigue luego, poesía erótica, novelas o más perdición y vida?
CHARLIE._ Perdidos estamos, escogimos la peor cosa del mundo que es la literatura y por eso estamos condenados a la incomprensión y a la soledad, es una lástima que no pueda ser como el sexo; cosa de dos, por mi parte tatuaré en los senos de alguna mujer una poesía erótica rebelde para que si por acaso amamanta ese ser pueda leerla y ser tan rebelde y original como lo soy yo.
VEYTOR: Hay mucho qué hacer, llegada la hora nos corresponde mirar atrás y ver que hemos dejado huella y que la nada persiste en nuestras vidas, ninguna creación humana esta exenta del olvido y de la desaparición pero todo lo hicimos con el mismo cariño de siempre, los queremos.
